- La iglesia en Jerusalén era una iglesia Judía. Estaban convencidos de que la salvación era solamente para ellos y tenían muchos prejuicios contra otros pueblos. Les costó mucho entender que Dios amaba a los gentiles también. Nosotros entendemos que Jesús murió por todos pero, igual a la iglesia de Jerusalén, enfocamos muchas veces en las necesidades de nuestro pueblo, nuestro país y olvidamos el mandato del Señor. El mandato no ha cambiado-tenemos que llevar el evangelio a todo pueblo, toda nación y a cada persona.
- Estamos muy cómodos donde estamos y en nuestra congregación local. El problema es que en muchas iglesias todo el ministerio, todo el esfuerzo y todos los recursos están dirigidos hacia los miembros y se hace muy poco para los inconversos. Siempre queremos mejorar el templo, comprar nuevas sillas o un nuevo sistema de sonido pero ¿cuánto estamos dando a las misiones? Es muy interesante que a los pastores no les parece extraño usar las ofrendas de la iglesia para estos proyectos pero no quieren dar a las misiones a menos que los hermanos dan una ofrenda especial. No hay pecado en tener un lindo templo, el pecado es cuando olvidamos la gran comisión. Como alguien dijo: "No se trata de nosotros, se trata de aquellos que están afuera." ¡Que Dios nos ayude enfocar nuestra atención hacia afuera, hacia aquellos que todavía necesitan lo que tenemos!
- La obra misionera es costosa y requiere sacrificio. La expansión de la iglesia siempre requiere sacrificio, siempre tiene un costo. No me refiero solamente al dinero aunque eso sí es parte. Quizás algunos proyectos tendrán que esperar o aún ser desechados. Tenemos que preguntarnos, ¿Cuál es más importantes-la salvación de las personas por las cuales Jesús murió, o nuestra comodidad? Pero más que dinero, cumplir la gran comisión nos va a costar algunos de los mejores obreros. Y estos obreros van a darse cuenta de que las necesidades más grandes se encuentran en lugares donde el trabajo es difícil. A veces tienen que vivir sin las comodidades que siempre han tenido o en lugares peligrosos donde los hijos de Dios no siempre están bienvenidos. Puede ser que su economía no es suficiente-aún el Apóstol Pablo declaró que había experimentado necesidad. La obra misionera no es una vacación en un hotel de 5 estrellas, es vivir en condiciones de guerra en el territorio del diablo. Aunque entendemos que el evangelio tiene que predicarse en estos lugares también, preferimos que otros lo hacen, no nosotros y ciertamente no nuestros hijos. Este sacrificio es grande y difícil. Nos parece que el precio es demasiado y por eso, no cumplimos.
jueves, 30 de julio de 2009
Una Expansión Continua
martes, 14 de julio de 2009
“Para dónde está siendo preparada esta vasija”
Días atrás mi familia y yo fuimos muy animados y desafiados al escuchar un mensaje. Lo mejor de todo es que, no se si a ustedes ya les paso esto, que cuando escuchan un mensaje su mente de repente ya comienza a buscar otras aplicaciones más profundas para el área donde ustedes están siendo tratado..ESO ME PASO!!
1ra. Vasija
En el país donde vivimos hace mucho calor, y es una costumbre ver delante de muchas casas, grandes vasijas de agua, maltratadas por el tiempo, muchas quebradas, llenas de humedad, con poca protección por los insectos que abundan, y no muy recomendable tomar el agua que está dentro de ella. Creo que el alfarero no prestó mucho tiempo en hacerlas y pudo pasar por alto muchos detalles. Sabía que no podía gastar mucho tiempo y dinero en la producción de una vasija que solo contendrá agua para la calle.
2da. Vasija
Por otro lado, fui a una tienda china y tuve la oportunidad de ver otra vasija, tenía la misma función, con la gran diferencia que tenía un hermoso color rojo con dorado, hermosos detalles daban realce y estilo a la obra del alfarero. Toda la vasija era de porcelana, el agua que contenía aparentaba ser fresca y confiable. Es una realidad que el alfarero gasto más tiempo y recursos en la elaboración de este producto, no pudo dejar pasar detalles. El costo fue más elevado y estaba destinada a un lugar especial. La vasija tuvo que soportar más tiempo de elaboración y una muy alta temperatura para su cocción.
3ra Vasija
La tercera vasija que vi fue una decorativa, de un color muy lindo, bien trabajado por el alfarero, de un buen tamaño, aparentaba fuerte, pero con un gran detalle... era solo “decorativa” no contenía liquido alguno y me puse a pensar.. será que no es de un buen material? Será que tiene algún desperfecto? Pero finalmente percibí que eran muy delgada las paredes de la misma y no podía contener ningún liquido por la presión que este genera. Seguro que el alfarero deseaba hacer una vasija de buen tamaño de un buen color pero eso requería mas tiempo en el horno y más material (barro) que debían contener la presión del liquido; y el calor del horno más fuerte para ser cocido como una vasija de agua no resistiría la poca cantidad de material que contenía la vasija.
Situaciones en nuestras vidas que nos llevan a preguntar:
Que estoy haciendo aquí? Después de esto que? Porque estoy pasando por esto? Las cosas que ocurren a mi alrededor no son las que tenía planeado por mucho tiempo!! Pareciera que estoy caminando en reversa y no hacia adelante, hacia lo que Dios me prometió.
Es un hecho que cada uno de nosotros estamos en las manos del alfarero. Pero mucho depende de la voluntad de seguir siendo tratado por la mano del alfarero para ser un producto que pasó por todas las etapas para dar realce y estilo a las manos de aquel quien te diseñó. Problemas, presiones y desafíos nunca faltarán en este tiempo de elaboración.
Gracias.
En J.
Mostaza