El siervo que conoce la voluntad de su señor, y no se prepara para cumplirla, recibirá muchos golpes. En cambio, el que no la conoce y hace algo que merezca castigo, recibirá pocos golpes. A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aun más. San Lucas 12:47-48 (NVI)¡La obra de Dios en nuestra vida es un proceso que no ha terminado todavía! Recién me he dado cuenta de que hay mucho en mi vida que no le agrada a Dios. Soy muy bueno para exponer lo que Dios quiere de nosotros pero a veces la práctica no concuerda con la prédica. Aunque me duele decirlo, la verdad es que esta condición tiene un nombre-HIPOCRESIA.
No me gusta esta palabra para nada. Es una palabra fea y una que la gente del mundo usa para describir a nosotros, los cristianos. Cuando escucho alguien decir: ¨los cristianos todos son hipócritas" mi reacción inmediata es enojarme. Digo: "No es cierto, la gente dice eso para excusar su propio pecado." Y, tengo razón-a veces. Pero tengo que admitir también que hemos dado al mundo la entrada para acusarnos de hipócritas porque somos, bueno hay que decirlo-a veces somos hipócritas.
Se podría escribir muchas palabras sobre el tema pero quiero apuntar algo específico. La gente que lee Abriendo Puertas son personas interesadas en las misiones, en la tarea de alcanzar al mundo con el mensaje de salvación en JesuCristo. Así que, voy a limitarme a este tema.
Es fácil para nosotros criticar a las iglesias, pastores e individuos que no tienen una visión mundial. Es fácil decir que solo tienen interés en su propia iglesia, ciudad o país y que no se hacen caso a la gran comisión. Claro que muchos necesitan una visión más amplia pero no estoy pensando en ellos-estoy pensando en nosotros.
Usted y yo hemos entendido el plan de Dios, creemos que la iglesia tiene responsabilidad más allá de las fronteras de su propio país, creemos que es nuestra responsabilidad dar y orar y ofrecer nuestras vidas al Señor para que Él haga con nosotros instrumentos de redención. Sabemos todo eso pero la pregunta es: ¿estamos cumpliendo con lo que debemos hacer? ¿Somos fieles con nuestras ofrendas y con nuestra intercesión? ¿Realmente vivimos para extender la gloria de Cristo a cada pueblo y a cada nación?
Es más fácil criticar a los demás pero es mejor cumplir con nuestra responsabilidad. Los versículos citados arriba nos enseñan que Dios requiere más de nosotros. Uno que entiende el propósito de Dios tiene más responsabilidad que aquel que no lo entiende. Así que, ¿estamos cumpliendo o no? Si la respuesta es no, la realidad es que somos HIPOCRITAS. ¡Dios, sálvanos de la hipocresía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario