miércoles, 18 de mayo de 2011

Lecciones desde Filipos

En el Nuevo Testamento hay por lo menos 4 iglesias de las cuales podemos aprender lecciones muy importantes (negativas y positivas) en cuanto a las misiones, Jerusalén, Antioquía, Filipos  y Filadelfia.  Las iglesias de Macedonia, de las cuales Filipos era la principal, se convirtieron en las iglesias modelo en materia de dar apoyo financiero a los misioneros (2 Corintios 8:1-7, Filipenses 4:15-16).  Hay cuatro principios claves que podemos aprender de ellos:

  • El Principio de dar hasta el sacrificio.  Era una iglesia pobre (Pablo habla de su "profunda pobreza" en 2 Corintios 8) pero también era una iglesia generosa.  El sacrificio no es un principio popular hoy en día pero siempre ha sido important en el servicio a Dios.  El Rey David dijo: "No ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada." (2 Samuel 24:24)  Cuando damos una ofrenda que nos cuesta, motivado por un amor supremo, es una ofrenda de mucho valor en los ojos de Dios. Además, podemos decir que la tarea de alcanzar al mundo con el evangelio es de tanta importancia que es digna de un compromiso sacrificial de parte del pueblo de Dios.
  • El Principio de compromiso personal.  La Palabra de Dios dice que los filipenses primero se entregaron al Señor y luego dieron sus recursos financieros.  Cuando Pablo estaba levantando una ofrenda para ayudar a la iglesia en Jerusalén los filipenses estaban en aprietos y el apóstol ni quería recibir una ofrenda del ellos.  Tanto fue su entrega al Señor que rogaban a Pablo, pidiendo que les diera el privilegio de dar.  Si no es un gozo dar a la obra de Dios, quizás debemos analizar nuestro compromiso con Jesús.  Es todavía la verdad que nuestro corazón sigue nuestro tesoro. 
  • El Principio de la fidelidad en ofrendar.  Pablo escribió en Filipenses 4:16: "...a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades."  Su ofrenda no era esporádica ni basada en emoción.  Aún cuando Pablo estaba en la cárcel siguieron con su compromiso enviándole Epafrodito para ministrarlo.  Muchos se comprometen a apoyar a los misioneros pero no son todos los que son fieles.  Lo que la obra de Dios precisa son personas fieles. 
  • El Principio de la promesa a Abraham.  Filipenses 4:19 contiene una promesa famosa pero mucha gente toman esta promesa sin leer bien lo que Pablo está diciendo.  Si lee desde el versículo 14 el contexto está bien claro.  La promesa se hace en base de algo--ellos han sido fiel en su ministerio de apoyo al ministerio misionero de Pablo.  El dice, "todo lo he recibido, y tengo abundancia...mi Dios pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús."  Una vez más vemos el principio que Dios le dio a Abraham en Génesis 12.  El plan de Dios es que Su pueblo, Su iglesia sea canal de bendición al mundo que no ha escuchado el evangelio y cuando la iglesia entiende y pone en práctica ese plan, la bendición de Dios fluye en su vida.
La Biblia tiene mucho que decir en cuanto al dar y en cuanto a nuestra responsabilidad de alcanzar al mundo con el evangelio.  Al contemplar estos 4 principios es claro que las misiones no es algo "extra," algo "opcional," ni algo de "poca importancia."  La tarea de alcanzar a los no-alcanzados debe ser unas de las prioridades más grandes de nuestra vida porque es parte del gran mandamiento: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente" (Mateo 22:37).  Si lo amamos de todo corazón vamos a obedecer la gran comisión.  ¿Lo amas? 

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