martes, 26 de mayo de 2009

¿Qué hacemos con los enemigos?

"Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;  para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos..."
Mateo 5:44-45


Recién estuve en una iglesia celebrando con ellos un culto de misiones.  Tomaron tiempo para orar por un país (¡gloria a Dios!) y noté algo que es muy común entre nuestras iglesias evangélicas. Oraban por una nación donde la mayoría de los habitantes son musulmanes.  Antes de orar se presentó bastante información sobre el país y aunque el propósito era orar por los musulmanes (un acto de amor), el tono de lo presentado era muy negativo.  La impresión dada era que la gente que sigue esta religión son nuestros enemigos.

Como dije, esta actitud es muy común entre los evangélicos.  Oramos por los musulmanes pero ¿de veras los amamos?  Me parece que hemos dejado que la prensa secular, los eventos de los últimos años y nuestros temores determinen nuestra manera de verlos.  Tenemos miedo de ellos, pensamos que todos son terroristas y que están haciendo planes ahora para dañarnos.

¿Tenemos razón-son realmente así?  Es cierto que el Islam se opone al mensaje de Cristo, es verdad que algunos musulmanes (los extremistas) quieren borrar la iglesia de la faz de la tierra y que han cometido atrocidades.  Por otro lado es también cierto que la mayoría de los musulmanes no son así.  Son personas que necesitan a Cristo, son personas por las cuales Jesús murió.

Jesús nos instruyó a amar a nuestros enemigos a orar por aquellos que nos persiguen y bendecir a los que nos maltraten.  ¿Por qué?  Jesús entendió algo importante que la iglesia evangélica necesita aprender-es muy difícil ministrar adecuadamente a alguien que odiamos.  Sin amor llenando nuestro corazón no vamos a esforzarnos para alcanzar a los que no son fáciles de alcanzar, los que no son muy amables, los que no nos quieren.  ¿Puede ser eso la razón que la iglesia ha invertido tan pocos recursos y obreros a la obra entre los musulmanes?

Necesitamos un bautismo de amor.  Necesitamos pedirle al Señor que nos llene el corazón con el mismo amor que lo llevó a la cruz para dar su vida por los musulmanes. Hasta que estemos dispuestos a darnos para ellos no tendremos la pasión ni la voluntad de hacer lo necesario para ganarles a Cristo.  Los musulmanes no son nuestros enemigos, son personas con la misma necesidad que todos tienen-necesitan a Cristo.

¡Qué Dios nos ayude amar a los musulmanes de todo corazón!  Jesús les amó suficiente para dar su vida y cuando lo hizo demostraba el corazón de Su/nuestro Padre Celestial.  ¿Cuánto ama usted a los musulmanes?

domingo, 24 de mayo de 2009

Las Misiones no son para los delicados

El trabajo de un misionero no es fácil.  Durante las últimas semanas los misioneros del DMT han contendido con problemas económicos y problemas relacionados a visas.  Han luchado con la presión que viene de estar lejos cuando familiares tienen problemas de salud y han tenido que tratar con vecinos enojados porque la iglesia crece y hay más gente llegando a las reuniones.  Estos no son ejemplos de las luchas comunes a los misioneros, son verdaderas situaciones que los hermanos que nos representan están enfrentando (y hay mucho más que no he mencionado). Todo eso trae un desgaste y requiere que el obrero tenga un compromiso fuerte y la habilidad de seguir adelante cuando está rodeado de dificultades.

El trabajo de un misionero no es fácil.  Los problemas, dificultades y ataques siempre abundan y siempre será así.  El misionero es un soldado que invade el territorio del enemigo y claro que el adversario va a responder.  Cada victoria se gana después de una fuerte batalla.  

Por supuesto estamos hablando en términos espirituales-nuestra lucha no está con la gente "sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes." (Efesios 6:12)

¡Los hombres y mujeres que nos representan en el campo misionero no son delicados, son valientes!  Por amor a Dios y la gente se han expuesto a los ataques de satanás y diariamente están ganando batallas.  ¡Gracias a Dios por ellos!  

La obra misionera necesita otros valientes, intercesores que saben ponerse en la brecha por los obreros en el campo.  Sé que hay un buen número de valientes clamando a Dios diariamente por los misioneros.  ¡Gracias a Dios por ellos también! Son una parte importante del equipo y sin ellos sería imposible llevar adelante este ministerio.

¿Eres tú uno de los valientes?  Toma un momento ahora para levantar una oración ante Dios por la familia Iglesias, la familia Coronel, la familia S y por PD.  Están batallando y están por ganar unas victorias importantes.  El trabajo de un intercesor no es fácil, pero sí vale la pena.

jueves, 21 de mayo de 2009

Preocuparse Resuelve Problemas

Nota:  Hoy tenemos los pensamientos de una "blogger invitada."  Lo 
que sigue fue escrita por una amiga nuestra que trabaja en África.  

Si usted se preocupa 5 horas al día, puede resolver los problemas financieros

Si usted se preocupa 10 horas al día puede resolver problemas familiares

Si se preocupa 20 horas al día, puede resolver los problemas del mundo

                   Mateo 6:27


La preocupación excesiva es cierta arrogancia de tomar en nuestras manos algo que no nos corresponde.

La mejor manera de enfrentar la preocupación es OCUPARSE de aquello que esta a nuestro alcance, y dejar que Dios haga el resto...

 

Señor, dame valor para cambiar aquello que puedo cambiar

Dame paciencia para aceptar lo que no puedo cambiar

y dame sabiduría para reconocer la diferencia

 

Nuestro desafió para este día es dejar de preocuparnos, preparar un rico tereré y ocuparnos de lo que podemos.... 

Creer en que Nuestro Dios es lo suficientemente poderoso para resolver los mas grandes problemas,

Descansar que El es lo suficientemente amoroso para cargar con nuestras ansiedades, y

Reconocer que es Soberano sobre todas las circunstancias 

Fiuu ... que alivio, verdad? 

Dejando toda nuestra ansiedad sobre El , pues El tiene cuidado de nosotros!!!

 

                                                                           DiCaSo

 

P.D. La verdad que me hubiera gustado añadir un codo a mi estatura, y los que me conocen lo saben, ja ja ja

 

miércoles, 20 de mayo de 2009

La Justicia de Dios y las Misiones

"Nadie tiene el derecho de escuchar el evangelio dos veces hasta que todos lo han escuchado una vez."

Dios es un Dios de justicia.  No es un Dios tribal-"nuestro Dios"-sino el Dios de todos.  Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros pero también ama a la gente de China, los musulmanes de Omán y los hindúes de la India. Somos especiales porque Dios nos ama con un amor indescriptible pero erramos si pensamos que somos más especiales que otros pueblos.

La cita (arriba) de Oswald Smith apunta a una gran injusticia.  Miles de millones de personas están sin un testimonio adecuado del evangelio.  Otros tienen a su alcance la Biblia en varias versiones, iglesias por todos lados, programas cristianos de radio y televisión-en pocas palabras han recibido tanto que ni aprecian lo que tienen.

¿Dónde está la justicia de Dios?  

En verdad la pregunta está equivocada.  La pregunta correcta es:  ¿Dónde está la iglesia? Dios ha hecho Su parte. Jesús derramó Su sangre para procurar la salvación de todos y comisionó a Sus seguidores a llevar el mensaje de salvación a cada persona, a cada nación.  La injusticia existe porque la iglesia no ha cumplido la tarea.

¿Por qué hemos fallado, por qué no hemos tomado en serio nuestra responsabilidad de alcanzar al mundo con el evangelio?  Quisiera sugerir dos razones.  Claro que hay otras pero estas dos llevan una gran parte de la culpa.
  1. En primer lugar hemos visto a Dios como un Dios tribal.  Aunque nadie lo dice hay un sentir que Dios nos ama a nosotros más que a otros.  Por eso siempre escuchamos la pregunta, "¿Por qué debemos enviar misioneros a otros lugares cuando todavía hay mucha necesidad en nuestro país?  No aceptamos la injusticia de predicar a la misma gente una y otra vez y negar a otros la oportunidad de escuchar el mensaje del amor de Dios por la primera vez.  ¿Por qué?  Porque en el fondo de nuestro corazón pensamos que somos más importantes en los ojos de Dios que aquellos que no han oído.
  2. En segundo lugar el enfoque del evangelio ha cambiado.  No estamos pensando en lo que Dios quiere, lo que nos interesa es ser bendecidos por Dios.  Predicamos más sobre la prosperidad que lo que Dios espera de nosotros, y aun cuando tocamos este punto enseñamos que es necesario obedecer y dar para que Dios nos pueda bendecir.  O sea, para muchos el motivo no es agradecerle a Dios sino recibir.  Están haciendo lo correcto por razones equivocadas.
Mientras la iglesia del Señor tenga esta mentalidad nunca vamos a cumplir la gran comisión. ¡Que Dios nos de una generación de creyentes con una pasión de cumplir con la tarea que Jesús nos dio, una generación que entiende que el propósito principal de Dios no es bendecirnos económicamente!

martes, 19 de mayo de 2009

Abriendo Puertas

Como seguidor de Jesús mi deseo es que cada miembro de la raza humana tenga la oportunidad de escuchar el maravilloso mensaje del amor de Dios.  Quisiera que todos fueran cristianos, que todos pudieran experimentar el gozo de conocer personalmente al Señor.

Puede ser que soy un soñador, quizás no sea práctico pensar que todos van a responder al mensaje de salvación.  Sé que cada uno tiene que decidir por sí mismo pero lo importante es que todos tengan esa oportunidad.

La realidad es que hay muchas puertas cerradas en nuestro mundo.  Hay muchos lugares donde no se permite la proclamación libre del evangelio y, debido a esto, hay muchas personas que no saben que Jesús les ama, no saben que derramó Su sangre para ellos, no se dan cuenta de que hay una mejor manera de vivir.  ¡Qué triste nacer, vivir toda la vida, y morir en sus pecados porque nadie le contó que hubiera remedio!

¡Las puertas están cerradas para estas personas pero no tienen que permanecer cerradas!  Creo firmemente que cuando el pueblo de Dios ora, el Señor obra de manera milagrosa.  ¡Puertas se abren y vidas son transformadas!

Como cristianos no podemos llevar el evangelio a todos personalmente, no podemos asegurar que la gente responda al mensaje de salvación, no podemos transformar a ninguna vida.  Sin embargo, tenemos una tarea muy importante.  Cuando respondemos en obediencia a la Gran Comisión, cuando oramos por los pueblos no alcanzados y las naciones cerradas, cuando ofrendamos nuestras vidas y nuestros recursos para cumplir la tarea, Dios hace lo que nosotros no podemos hacer.  ¡Puertas se abren y vidas son transformadas!

Es lindo contemplar las obras de Dios y las maravillas que hace.  Sin embargo, el propósito de este blog es ayudarnos a nosotros como cristianos pensar en nuestra responsabilidad.  Un a cosa que he aprendido a través de los años-cuando yo cumplo con mi responsabilidad, puedo confiar en Dios que Él va a cumplir Su parte.