martes, 25 de agosto de 2009

Retiro de DINAMO-un éxito total







Gracias a Dios,
el primero retiro de DINAMO fue un tremendo éxito. El 21-22 de este mes más de 65 hermanos estuvieron
juntos en el campamento Oasis para orar por el Norte de
África y el Medio Oriente
y, a la vez, recibir eneseñanzas para ayudarnos orar con más
efectividad. Estamos más que contentos con el ministerio de nuestros invitados-misioneros que llevan más de 20 años en el Norte de África. Todos salieron con un nuevo compromiso de orar por los pueblos no alcanzados en esa parte estratégica del mundo.
Si usted no es socio de DINAMO le invitamos a unirse con este ministerio tan importante.
Hay cientos de millones de personas en en Norte de África y el Medio Oriente que no tienen aceso al Evangelio pero nuestras oraciones pueden ser usadas por Dios para cambiar esa realidad triste. ¡Únase con nosotros y deje que Dios le use poderosamente!

Para recibir información sobre como ser parte de DINAMO llámenos a (021) 664 048 o 0991 877 799. ¡Dios le bendiga!



miércoles, 19 de agosto de 2009

El perfecto amor hecha fuera el temor

Un tiempo atrás tuve el privilegio de participar en una conferencia sobre ministerio a los musulmanes. La mayoría de los participantes eran personas que habían dado sus vidas para compartir el amor de Dios con los seguidores del Islam que ahora son 20% de la población mundial. En verdad sentí que estaba entre un grupo de gigantes espirituales, hombres y mujeres que admiro mucho.

Nunca olvidaré algo que uno de los conferencistas dijo sobre la manera en que los cristianos perciben a los musulmanes. El dijo que en cualquier librería cristiana era posible encontrar dos clases de libros escritos por cristianos sobre musulmanes. Hay algunos (quizás la mayoría) que nos dicen que el Islam es una amenaza para nuestra cultura, nuestra libertad y nuestra fe. Dan la impresión que todos los musulmanes son terroristas y en general presenta una imagen negativa de ellos. La mayoría de estos libros fueron escritos por personas que no conocen personalmente a los musulmanes, no han trabajado con ellos y dan la impresión que los cristianos deben temer a los musulmanes.

Hay otros libros escritos por personas que han vivido entre los musulmanes, que han invertido su vida en ministerio a ellos. Estos libros tienen otro mensaje: que la iglesia debe amar a los musulmanes, que debemos orar por ellos y anhelar su salvación. Nos exhortan a poner a un lado nuestros temores y ver a los musulmanes con los ojos de Jesús quien dio su vida para ellos.

Entre los cristianos hay mucho temor y, por falta de una palabra mejor, odio hacia los musulmanes. Sin embargo, estoy convencido que el deseo de Dios es que dejemos de seguir el ejemplo del mundo y responder a esa gente según las enseñanzas de la Biblia y el ejemplo de nuestro Señor quien dio su vida para la gente que le odiaba.

Podemos impactar al mundo musulmán pero no con odio, temor ni bombas. Al contrario nuestras armas son armas de amor, armas espirituales. La clave es ver a los musulmanes a través de los ojos de Jesús y dejar que el amor que Él tiene para ellos fluya por nuestra vida.

Señor, ayúdame amar a los musulmanes como tú los amas. Quita el temor de mi corazón llenándolo con tu amor perfecto. Ayúdame ver a los musulmanes como personas preciosas para ti, personas por las cuales dio tu vida.

martes, 11 de agosto de 2009

El Sueño de Dios

El domingo tuve el privilegio de escuchar la presentación de un misionero que ha ministrado muchos años en un país Africano. Todo era muy lindo pero una cosa que dijo en particular me tocó fuertemente. Simplemente él dijo: "Espero que cuando vengan aquí los domingos no es solamente para agarrar algunas bendiciones sino sintonizarse con el corazón de Dios."

¡Wow, que pensamiento! Gracias a Dios por las bendiciones que Él nos da pero Dios es más que un "distribuidor de bendiciones." Como el misionero dijo, Dios tiene un sueño y el sueño de Dios es que haya gente de cada nación, pueblo y raza presente para el gran culto cuando todos adoren al Hijo de Dios.
"Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de
todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan
grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante
del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con
ramas de palma en la mano. Gritaban a gran voz:

'¡La salvación viene de nuestro Dios, que está
sentado en el trono, y del Cordero!' "

Toda esta multitud, junto con los ángeles, ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron delante del trono y adoraron a Dios diciendo:

"La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la
honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los
siglos de los siglos. ¡Amen!"

Estas palabras de Apocalipsis 7 capturan el sueño y la preocupación de Dios. ¿No debemos nosotros, como Sus hijos y siervos, tener la misma preocupación? Hay multitudes que todavía no han escuchado del amor de Dios. ¿Cómo van a ser parte de aquella congregación si nadie se preocupa por su salvación?