martes, 9 de febrero de 2010

Por Amor al Rey

2 Samuel 23:13-17 nos cuenta una historia de tres de los hombres valientes de David que me llama mucha la atención. Junto con sus seguidores David estaba en la cueva de Adulam mientras los Filisteos ocupaban su ciudad natal-Belén. Quizás en un momento de nostalgia exclamó ¨¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!¨

Creo yo que David no hablaba a nadie en particular, sus palabras eran una expresión profunda de su corazón. Sin embargo los tres valientes escucharon y su respuesta fue, ¨Si el rey quiere agua, vamos a traerlo agua.¨

¿Cuál era su motivación?
  • Ya que no habían recibido un órden no podemos decir que el motivo era la obediencia
  • Ya que no habían recibido ninguna promesa no podemos decir que estaban buscando la prosperidad, no estaban buscando bendición.
Se puede decir que este ¨ministerio¨ no era para ellos, no iba a satisfacer ninguna necesidad ni ningún deseo que tenían. Hicieron todo por una sola razón-amaban a su señor y querían agradecerlo, querían hacerle feliz. Su amor hacia David era tanto que no pensaban en la naturaleza peligrosa de esa tarea, no pensaban en cuánto les iba a costar y no tomaron en cuenta que era una tarea imposible.

Cuando amamos a alguien de todo corazón no pensamos en cuánto nos va a costar mostrarle nuestro amor y no tomamos en cuenta imposibilidades. ¡El verdadero amor nos impulsa a hacer lo imposible!

Hay muchas razones por las cuales los cristianos sirven a Jesús pero hay una motivación más pura, más alta, más profunda que las demás. Es la misma cosa que motivó a los hombres valientes-el motivo superior, el motivo correcto es amor.

¿Cuál es su motivo? ¿Por qué está en el servicio de Jesús? ¿Por qué está involucrado con las misiones? Mucha gente está tratando de manipular a Jesús pero es tiempo que los verdaderos cristianos amemos a nuestro Señor como los hombres de David amaban a su rey. Nuestro Rey tiene un deseo mucho más fuerte que el de David. No está buscando un vaso de agua sino la salvación de millones de almas en todo el mundo.

¿Dónde están los hombres y mujeres valientes que están dispuestos a decir: "Jesús tiene un deseo y vamos a hacer lo posible para darle lo que quiere. No importa el costo, no importa que parece ser imposible. Nuestro rey es digno y vamos a hacer todo para hacerle feliz."

Les invito a ser uno de los valientes que están dispuestos a hacer alegre el corazón de Jesús. No lo servimos para que nos prospere o nos de salud. Lo servimos porque lo amamos de todo corazón y nuestro deseo más grande y fuerte es glorificarle a Jesús y agradecerle en todo.


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