domingo, 10 de julio de 2011

Entonces...

"Entonces" es una palabra que usamos mucho.  Con frecuencia  conecta dos pensamientos, dos acciones o dos eventos.   A veces las dos partes tienen una relación de causa  y efecto.  O sea, la primera acción produce una segunda.

Hay una "entonces" muy importante en San Mateo 24:14 donde Jesús dijo: "Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin."  La palabra traducida entonces es la palabra griega "tote" que significa "un evento que sigue de inmediato a otro evento."  Así que podríamos parafrasear el versículo de esta manera: "Cuando este evangelio del reino haya sido predicado en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, entonces vendrá el fin."

En otras palabras "el fin" o la segunda venida de Jesús está vinculado directamente con la predicación del evangelio a todas las naciones.   Me parece muy interesante que mucha gente habla del fin y siempre hablan de las señales-terremotos, pestes, hambres, falsos profetas, etc., pero casi nunca hablan de está señal.  Todas las demás están fuera de nuestro control pero esta, la predicación del evangelio a todas las naciones, está en las manos de la iglesia.  Sin embargo, parece que  no queremos hacer lo que nos toca hacer,  preferimos hablar de lo que no podemos controlar.

No puedo decirles cuando Jesús vendrá pero dudo que sea mañana.  ¿Por qué?  Porque entiendo que cuando la Biblia habla de "naciones" no está hablando de países o entidades políticas.  Cuando Jesús dijo que el evangelio tenía que ser predicado a todas las naciones estaba hablando de étnias, grupos de personas que comparten una cultura y un idioma.  Hay 193 países en el mundo (ya que Sudán ha llegado a ser dos países) pero hay aproximadamente 11.000 "naciones"  y 6.000 de ellas se consideran "no evangelizadas."

Claro que no podemos estar seguros si Dios usa la misma definición de "naciones" o "evangelizada" que nosotros usamos pero basado en Mateo 24:14 sabemos que si Él no ha vuelto todavía es porque no todas las naciones han recibido el evangelio.   Si anhelamos Su retorno debemos hacer todo lo posible para asegurar que el mensaje de salvación llegue a todas estas "naciones" lo más antes posible.  

Creo yo que es tiempo que la iglesia responde con seriedad a esta situación.  La tarea de misiones mundiales se está llevando a cabo con pocos recursos realmente porque nosotros tenemos otras prioridades.   Estoy convencido de que el Señor de la iglesia nos está llamando a una obediencia radical a la gran comisión.  No podemos cerrar nosotros ojos  a la necesidad que existe.  No podemos cerrar nuestro corazón a nuestro Señor.  El derramó Su sangre para redimir la gente y Él nos ha mandado predicar el evangelio a toda criatura, a hacer discípulos a todas las naciones.

Tenemos que ser honestos: si no estamos involucrado en las misiones, si no estamos orando por las naciones y dando nuestras ofrendas para enviar obreros a llevar el mensaje de salvación a los pueblos, si no hemos puesto nuestra propia vida en el altar para ser usado por el Señor como Él quiere-no es porque no tenemos recursos o porque no tenemos tiempo o porque hay otras cosas más importantes-es porque somos desobedientes.

Perdone si suena duro pero es la realidad.  La gran comisión siempre está vigente.  Le animo a meditar  algunos minutos cada día en lo que Jesús dijo:  "Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo,  para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin."


No hay comentarios:

Publicar un comentario