Ha sido un chiste entre pastores por años-¡si quiere asegurar una buena asistencia a un evento debe anunciar un asado! Si es una reunión de oración o trabajo la gente está ocupada pero... ¡cuando haya comida la agenda está libre!
Recién estaba hablando con otra persona quien me comentó que este "principio" se puede observar en casi todo que tiene que ver con nosotros, los creyentes. Nos atraen los programas, eventos, etc., que tienen beneficio-para nosotros.
Si es para nuestros hijos, nuestra familia, nuestra economia, nuestra iglesia, etc., nos interesa y estamos dispuestos a hacer lo necesario para participar. Por otro lado, si no nos afecta directamente tampoco nos llama la atención. Así es la condición de la raza humana, somos como todos los demás.
Pero...como hijos de Dios, como seguidores de Cristo no debemos vivir como todos los demás. Nuestro egoísmo nos indica que realmente no hemos dejado que el evangelio impacte nuestra vida con profundidad. Seguimos como siempre y nos parece "normal."
Pablo habló a este punto cuando dijo a los Filipenses (2:3-4):
"No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás."
El ejemplo perfecto para nosotros es el Señor Jesús quien tomó el lugar de un siervo y se dio para nosotros. Se humilló, se sacrificó, para beneficio nuestro.
Jesús nos llama a dar nuestra vida en servicio a Él y a otros, a mostrar el mismo corazón y la misma actitud que Él nos enseñó. Es cierto que somos hijos del Rey, pero nuestro Padre no es como otros Reyes. El no llama a Sus hijos a ser arrogantes ni esperar trato especial sino voluntariamente tomar la actitud de un siervo y ministrar a otros sin esperar recompensa.
Eso podemos hacer porque somos hijos del Rey y nuestra seguridad está en Él. No necesitamos que nos traten con deferencia, no necesitamos tener el puesto más importante, no necesitamos defender nuestros derechos-somos hijos del Rey y si el mundo lo reconoce o no seguimos siendo Sus hijos. ¡Que libertad!
Este blog se trata de las misiones y lo que estamos considerando impacta grandemente nuestra participación o falta de participación en las misiones. Creo que muchos no tienen interés en las misiones precisamente porque no hay beneficio (percibido) para ellos.
Mi hermano, Dios nos llama a dar nuestra vida para otros como Jesús lo hizo para nosotros. Cuando oramos por gente que nunca vamos a conocer, cuando damos nuestra ofrenda para que el evangelio sea predicado en un lugar que nunca vamos a visitar estamos demostrando el corazón de Jesús y estamos dejando que el evangelio haga su obra en nosotros.
Durante este mes de Ramadán te invito a orar desinteresadamente por el pueblo musulmán. Probablemente nadie te va a aplaudir, no vas a prosperar económicamente y no recibirás una promoción en tu trabajo. Este ministerio no es para ti-son ellos que van a ser beneficiados junto con el Señor Jesús quien les ama y desea su salvación.
Bueno, sí hay una cosa que vas a recibir-la satisfacción de haber agradado a tu Señor-¡en realidad, no hay recompensa más grande!
No hay comentarios:
Publicar un comentario